Monografias.com > Sin categoría
Descargar Imprimir Comentar Ver trabajos relacionados

Origen Samurái (página 2)



Partes: 1, 2

Selección

Durante gran parte del periodo Sengoku, se esperaba que
todo samurái estuviese listo para presentarse en el campo
de batalla con sus respectivas armas, armadura y caballo al
momento de existir algún conflicto. Además se
deseaba que cada uno proporcionara tropas al servicio de su
señor acorde con la riqueza del feudo al que
pertenecieran. De este modo el reclutamiento de las tropas
necesarias recaía en los samuráis. Estos
últimos llevaban consigo a otros samuráis o a
jornaleros que dejaban sus tierras para convertirse en
ashigaru.

Cuando había que reunir al
ejército, se les notificaba la fecha y el lugar en que se
pasaría revista. Cada ashigaru reunía sus
armas y armadura a la espera de que sonara el
horagai (trompeta de concha), el tambor o
campanas, los cuales indicarían la hora de partir. Al
llegar al punto acordado, el samurái les pasaba revista.
Desde ese punto marcharían juntos para presentarse en el
castillo y unirse al resto del ejército.

Armadura

Monografias.com

Eran fabricadas en hierro macizo, las
planchas de blindaje se sujetaban unas a otras con correas de
cuero y estaban específicamente diseñadas para ser
usadas de pie. Para proteger la parte baja del cuerpo, los
guerreros llevaban una falda acampanada llamada
kusazuri. Los hombros y antebrazos se cubrían con
planchas curvas que llegaban hasta el codo. Desde esos tiempos,
la superficie de metal se cubría de laca laminar para
protegerla del clima, tal y como se seguiría aplicando a
los modelos posteriores. La característica particular del
casco era que parte de adelante tenía forma de visera,
además de dientes de hierro en la parte superior cuyo
objeto era sujetar plumas de faisán.

Monografias.com

En promedio, una yoroi
tenía un peso aproximado de 30 kilogramos y proporcionaba
una buena protección.

La armadura que cubría el cuerpo era llamada
do y constituía la base de esta indumentaria
defensiva. Con los siglos se marcó una tendencia a
reemplazar la yoroi por una armadura llamada
do-maru. Esta última surgió como la
evolución de la armadura de los soldados de
infantería, mucho más sencilla y resultando
más cómoda a la hora de la lucha sobre el
terreno.

Monografias.com

Su rasgo característico es que le fueron
añadidas protecciones para la cara, el muslo y un
sashimono, el cual era un pequeño estandarte en
la espalda.

En el campo de batalla

El kabuto y las hoate (máscaras)
eran elementos de suma importancia en la armadura japonesa.

Monografias.com

Ropa
normal

La evolución final de la armadura tuvo lugar
durante el periodo Edo cuando cesaron las guerras por lo que las
armaduras se convirtieron entonces en lujosos regalos y
sólo se utilizaban en los castillos. La vestimenta
típica era el hakama y el kimono,
mientras que para ocasiones de mayor formalidad utilizaban una
chaqueta sobre el hakama llamado kataginu, los
cuales combinados se conocían como kamishimo.
Ante situaciones de suma importancia, como por ejemplo, en una
entrevista con el shogun, se esperaría que un
daimyo vistiera un nagabakama, unos pantalones
sumamente largos que arrastraban por el suelo.

Armas

De hoja cortante

El nihonto, conocido más
comúnmente en occidente como katana, es el arma
más estrechamente relacionada con el samurái e
incluso se le llegó a considerar durante el periodo Edo
como «el alma del samurái». Un samurái
nunca abandonaba su espada, aun en tiempos de paz. El mejor
regalo que podía recibir un samurái de parte de su
daimyo era una espada forjada por un célebre
maestro. No obstante, cabe resaltar que durante la mayor parte de
la historia japonesa, las principales armas fueron el arco y la
lanza. No fue sino hasta que terminaron las guerras que la espada
adquirió la fama que tiene actualmente. Las primeras
espadas utilizadas por soldados yamato eran rectas, algunas con
empuñadura en forma de bulbo y eran conocidas como
«espada con cabeza de mazo». Algunas otras, como las
llamadas «espadas coreanas», tenían
empuñadura en forma de argolla terminando con el aspecto
de la silueta de algún animal. Estas armas medían
90 centímetros en promedio.

La tachi fue la clásica espada samurái y
colgaba con la hoja hacia abajo. Este tipo de espada tenía
que ser desenfundada con ambas manos, por lo que se tenía
que dejar el arco para utilizarla.

Monografias.com

Cuando un samurái portaba su armadura completa,
la katana colgaba con la hoja hacia abajo y el
wakizashi era reemplazado por un tanto, el cual
llegó a ser considerado como una de las armas más
importantes en el campo de batalla. Se decía que una buena
espada debía ser capaz de dos cosas: cortar siete cuerpos
apilados uno encima del otro y estar lo suficientemente afilada
como para que al sumergirla en el agua pudiera cortar un
nenúfar que flotara en la superficie.

La fuerza impresionante de la katana se
debía a su curvatura, que hacía posible que el
corte producido pudiera incluso seccionar el hueso del oponente.
Ya que se la debía de empuñar con ambas manos, el
portador de la espada se tenía que colocar en
ángulo recto con respecto al enemigo. Los samuráis
no utilizaban ningún escudo para su protección,
dado que la katana era un arma defensiva y ofensiva al
mismo tiempo. Debido a su gran resistencia, podía golpear
el arma del oponente para desviar el ataque y acto seguido
asestar un golpe mortal. Debido a todas éstas
características, no es exageración que muchos
historiadores afirmen que la katana es muy superior a
las espadas diseñadas por otras culturas.

Otro tipo de espada desarrollada fue la
nodachi, conocida como «espada de
campaña». Ésta contaba con una hoja extra
larga y apareció a comienzos del siglo XVI. Existen
escasos registros de que esta arma fuera usada efectivamente en
el campo de batalla, ya que, debido a su gran peso, el portador
debía de tener una gran fuerza física para
esgrimirla de pie, más aún si se portaba mientras
se cabalgaba. La mayoría de los registros documentan que
este tipo de espadas fueron creadas con la finalidad de servir
como ofrendas a santuarios y templos.

El naginata (un tipo de espada larga) es el
arma más citada en las crónicas samurái.
Constaba de una hoja curva montada sobre un mango de madera y su
aspecto de asemejaba al de las alabardas chinas. La
naginata era un arma sumamente versátil, ya que
con ella se podía golpear, apuñalar o acuchillar al
enemigo. Los sohei, una clase de monjes guerreros,
fueron reconocidos por el grado de especialización que
alcanzaron esgrimiéndola.

Otra arma muy recurrente fue la yari, una
especie de lanza japonesa que apareció como el arma
utilizada por las tropas de infantería durante el siglo
XV. Un tipo de yari, conocida como mochi yari,
pasó también a formar parte del arsenal de los
samuráis.

Arrojadizas

Durante la mayor parte de la historia de los
samuráis, el arco japonés (llamado yumi)
fue su arma preferida y sólo se solía recurrir a la
espada al descender del caballo y entablar combate cuerpo a
cuerpo. Los samuráis solían ser expertos en el
kyuba no michi «camino del arco y el
caballo». Los arcos utilizados en aquella época se
asemejan en gran medida a los que se utilizan actualmente en el
kyudo. El arco tenía que ser levantado a la
altura de la cabeza del jinete para poder disparar adecuadamente.
La práctica del caballo y el arco dieron lugar al
yabusame, el cual es practicado hasta nuestros
días. La técnica del uso del arco a caballo
necesitaba de mucha práctica, ya que sólo se
podía disparar por el lado izquierdo del jinete y se
contaba con un ángulo de disparo de 45º. Esto se
complicaba en mayor medida si el jinete portaba una armadura.
Durante el periodo Sengoku el tiro con arco se combinó con
el uso de arcabuceros ashigaru.

Durante 1510, los samuráis conocieron el
cañón de metal y en ese mismo año, Hojo
Ujimasa compró una pistola china. Para 1548, durante la
Batalla de Uedahara, se registró el uso de armas de fuego,
con lo que de una forma u otra su uso se había extendido
entre los distintos clanes. En 1543, comerciantes portugueses
arribaron a Japón buscando un intercambio comercial. Entre
los artículos que intercambiaron estuvieron los arcabuces
europeos.

Monografias.com

Para 1553 el ejército de Oda Nobunaga ya contaba
con 500 arcabuceros, los cuales darían muestras de su
efectividad con las tácticas adecuadas como disparos
circulares utilizados en la batalla de Nagashino. Aunque muchos
samuráis se opusieron a su implementación debido a
que con estas nuevas condiciones cualquier soldado estaba en
posición de matar de un solo tiro a un entrenado y diestro
maestro de las artes marciales (aun si fuera un humilde
ashigaru), su implementación se propagó
por todo el país y se volvió un elemento
típico en los conflictos bélicos.

Cabe destacar que el uso de grandes cañones no se
difundió ni causó el mismo impacto emocional que se
vivió con los resultados de las armas de fuego. Existen
diversos registros que mencionan el uso de pequeños
cañones que se obtuvieron de barcos europeos adaptados
para su uso en el campo de batalla. Sin embargo, debido a que las
tácticas de guerra no consistían en el derribo de
fortalezas, sino más bien en el asedio y la lucha a campo
abierto, no se desarrollaron técnicas para producir
cañones de grandes dimensiones.

Técnicas de
combate

Durante la existencia de los samuráis, reinaron
dos tipos opuestos de organización. El primer tipo eran
ejércitos basados en reclutas: al inicio, durante el
periodo Nara, los ejércitos samuráis se basaron en
ejércitos de reclutas del tipo chino y hacia el final en
unidades de infantería compuestas por ashigaru.
El segundo tipo de organización era el de samurái a
caballo que luchaba individualmente o en pequeños
grupos.

Al inicio de la contienda se disparaban una serie de
flechas con cabeza de bulbo, las cuales zumbaban en el aire. El
objeto de estos disparos era llamar a los kami a que
presenciaran las muestras de valentía que estaban a punto
de desarrollarse.

Monografias.com

En este tipo de duelos influían mucho aspectos
como el rango, el nombre, la posición dentro del
ejército, etc. Después de estos combates
individuales, se daba paso a los combates mayores, generalmente
enviando tropas de infantería lideradas por
samuráis a caballo. Al comienzo de las batallas
samurái, era todo un honor ser el primero en entrar en
batalla. Esto cambió en el periodo Sengoku con la
introducción del arcabuz. Al comienzo del uso de las armas
de fuego, la metodología del combate era la siguiente: al
inicio se hacía un intercambio de disparos de arcabuz a
una distancia de 100 metros aproximadamente; cuando se encontraba
el momento oportuno se ordenaba que avanzaran los lanceros
ashigaru y finalmente los samuráis
atacarían, ya fuera a pie o a caballo. El jefe del
ejército solía estar sentado en una silla de tijera
dentro de una tienda semi abierta llamada maku, que
exhibía su respectivo mon. Como muestra del
simbolismo tan fuerte que esto representaba, otra forma de llamar
al shogunato instituido por Minamoto Yoritomo era el
término bakufu, que significaba «gobierno
desde la maku».

En medio de la contienda, algunos samuráis
decidían bajar del caballo y buscar cortar la cabeza de un
rival digno. Este acto era considerado todo un honor.
Además, mediante el mismo ganaban respeto entre la clase
militar. Después de la batalla, los samuráis de
alto rango celebraban normalmente la ceremonia del té, y
el general victorioso pasaba revista a las cabezas de los
miembros más importantes del enemigo que habían
sido cortadas.

Cobro de cabezas

Cortar la cabeza de un rival digno en el campo de
batalla era motivo de gran orgullo y reconocimiento.
Existía todo un ritual para embellecer las cabezas
cortadas: primero eran lavadas y peinadas y una vez efectuado
esto, se ennegrecían los dientes aplicando un tinte
llamado ohaguro. El motivo de ennegrecer los dientes
radicaba en que unos dientes blancos era un signo de
distinción, por lo que aplicarles un tinte para
oscurecerlos era una forma metafórica de quitarles un poco
de la misma. Finalmente las cabezas eran dispuestas
cuidadosamente sobre una tabla para su
exposición.

Durante las invasiones de Hideyoshi a Corea, era tal el
número de cabezas cortadas de los enemigos que
tenían que ser enviadas a Japón, que por motivos
logísticos se envió solamente la nariz.
Éstas eran cubiertas con sal y enviadas en barriles de
madera. Estos barriles fueron enterrados en un túmulo
cerca del «Gran Buda» de Hideyoshi, donde permanecen
al día de hoy bajo el nombre equivocado de
Mimizuka o «túmulo de
orejas».

Filosofía y
cultura

Bushido

El bushido alentaba que los dirigentes
estuvieran presentes en el campo de batalla. Algunos
permanecían sentados en un taburete de tijeras en la
retaguardia, tal y como se representa a Imagawa Yoshimoto.
Durante largos periodos de inestabilidad, los samuráis se
enfrentaron día a día con los horrores de la guerra
y con la posibilidad de su propia muerte, por lo que muy
seguramente todos eran conscientes de ese riesgo.

Monografias.com

En él aparecían algunos consejos
prácticos aplicables al comportamiento samurái y el
tema de la muerte tiene una importancia central en la
obra.

La principal diferencia entre el bushido y la
caballería europea está en que, en el primero hay
una total ausencia de amor cortés. Cuando las mujeres
hacen aparición en las heroicas historias samurái,
suele ser como una respuesta de auto-inmolación, como
cuando se suicidaban debido a que el castillo en el que se
encontraban caía en manos enemigas.

El mayor dogma del bushido radicaba en el
aspecto de reforzar la idea que tenían los samuráis
de sí mismos como miembros de una élite superior al
resto de la sociedad. Solían referirse a los
ashigaru como «sus inferiores» y a los
extranjeros como «bárbaros». El
bushido además, alentaba a los dirigentes
—incluso a los del país— a participar en los
conflictos armados. Se suponía que todo comandante
debería de permanecer en un taburete de tijeras en la
retaguardia durante toda la batalla e incluso muchos participaban
activamente en las contiendas. Son escasos los personajes que no
estuvieron presentes con su ejército en batalla, como en
el caso de Hideyoshi, cuando envió sus tropas con la
finalidad de invadir Corea.

Zen

El budismo fue llevado a Japón desde China
durante el siglo VI y desde ese momento se expandió por
todo el archipiélago. Durante la época de los
samuráis existían diversas variantes o sectas de
esta misma filosofía, aunque la mayoría de los
guerreros optaron por el budismo de tipo Zen. El
Zen enseña a sus seguidores a buscar la
iluminación y salvación a través de la
meditación, la cual se conseguía con mucha
disciplina. Dado que el objetivo final de esta filosofía
es buscar la armonía espiritual, la cual lleva a un
«fluir entre la vida y la muerte», muchos guerreros
se sintieron identificados y atraídos hacia
ella.

Seppuku

Un aspecto al que se daba mucha importancia era el
anhelo de morir por su señor o por su causa. Esto se
veía resumido en la práctica del seppuku,
un suicidio ritual que era visto en la sociedad japonesa de la
época con gran respeto y admiración. Un ejemplo
claro es el caso del famoso samurái Torii Mototada, quien,
a pesar de verse en condiciones adversas enfrentando a un enemigo
sumamente superior, logró ganar el tiempo suficiente para
que su señor Tokugawa Ieyasu huyera y pudiera armar un
ejército de grandes proporciones y ganar finalmente en la
Batalla de Sekigahara. Después de resistir el asedio del
Castillo Fushimi por catorce días, cometió
seppuku para evitar la vergüenza de la derrota. La
práctica del seppuku también se
extendía en el caso de que se buscara reparar algún
error cometido, como un modo de protesta o como una manera de
seguir a su propio señor a la muerte.

Benefactores del arte

Un aspecto de los samuráis casi desconocido en la
actualidad son las aportaciones al arte que realizaron algunos
daimyo durante la historia de Japón. Muchas de
estas familias tenían una excelente formación en
literatura y estética del mismo modo que dominaban
tácticas de guerra. Algunos personajes que destacan por
sus aportes hacia el arte son Oda Nobunaga y Toyotomi Hideyoshi,
los cuales comenzaron la unificación del país
durante el periodo Azuchi-Momoyama mediante sangrientas
guerras.

Hideyoshi fue el personaje por el cual la ceremonia del
té se convirtió en un arte. La gran ironía
es que los recipientes para esta ceremonia eran traídos
desde Corea, país que Hideyoshi invadió en dos
ocasiones. Hideyoshi contrató a dos hermanos quienes, bajo
la supervisión del famoso maestro del té Sen no
Rikyu, crearon el estilo raku de recipientes. Otro
daimyo que aprovechó los alfareros coreanos fue
el del clan Shimazu de Satsuma, el cual hizo famosa a la
región.

 

 

Autor:

Jorge AlbertoVilches Sanchez

 

Partes: 1, 2
 Página anterior Volver al principio del trabajoPágina siguiente 

Nota al lector: es posible que esta página no contenga todos los componentes del trabajo original (pies de página, avanzadas formulas matemáticas, esquemas o tablas complejas, etc.). Recuerde que para ver el trabajo en su versión original completa, puede descargarlo desde el menú superior.

Todos los documentos disponibles en este sitio expresan los puntos de vista de sus respectivos autores y no de Monografias.com. El objetivo de Monografias.com es poner el conocimiento a disposición de toda su comunidad. Queda bajo la responsabilidad de cada lector el eventual uso que se le de a esta información. Asimismo, es obligatoria la cita del autor del contenido y de Monografias.com como fuentes de información.

Categorias
Newsletter